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No voy a hablar aquí de la variedad de situaciones que se dan cuando se toca este tema. Cada familia tiene su propia historia y de esto depende la calidad de las relaciones entre padres e hijos.
La película trata de un señor mayor que vive solo pero tiene por compañía un robot. Este le prepara la comida, controla la toma de remedios, lo corrige con amabilidad.
El señor tenía un hijo y una hija que no vivían con él.
En un determinado momento la hija le anuncia al padre que va a ir a vivir con él. Una vez instalada en el nuevo hogar lo primero que hace es desconectar el robot y ocuparse de los quehaceres de la casa.
En realidad ella tomó esa decisión para resolver problemas personales. La convivencia no resulto y partió.
Lo primero que hizo el señor fue activar el robot cosa que fue apreciando cada vez más porque retornó el orden a su casa.
A su vez se fueron entendiendo cada vez más hasta llegar a planear la confiscación de un incunable de una biblioteca. Un día estando allí se puso a mirar fotos que estaban colgadas en una pared y empezó a reconocer en ellas a su esposa. Sucedía que ella era la que lo atendía cada vez que el concurría a ese lugar. La película termina mostrando a la familia unida y al señor internado en una residencia.
Yo concluí que el uso del robot estaría muy lejos de ser pensado para las personas mayores y que lo de la película sería una ficción. Nada de eso.
Encontré un artículo en la revista La Nación que, entre otros dispositivos, presentaban “robots”. En Japón ya hay 10.000 viviendo junto a adultos mayores para su cuidado y compañía.
Cuentan que son diseñados para mantener una conversación, monitorear una casa, pasar música y videos y hasta entender emociones humanas y reaccionar.
¡Cuánto da para pensar! Las estadísticas informan que ha bajado la natalidad en el mundo y se presume que no habrá quien se haga cargo de los ancianos en el futuro.
Después de todo lo dicho me surge una pregunta ¿es tan difícil, hoy, para los hijos ocuparse de los padres? ¡cambiaron tanto las cosas, las costumbres, la forma de vida de los mayores y las exigencias con que viven los hijos!
En el evangelio de San Marcos (7, 10, 11) se puede leer una conversación que Jesús tenía con los fariseos donde los acusaba de no cumplir los mandamientos por seguir las tradiciones de los hombres. Les recordó “honra a tu padre y a tu madre y no lo maldigas” Ellos habían encontrado la manera de no hacerse cargo de los padres cuando “declaraban CORBAN (es decir ofrenda sagrada) que les permitía no hacer nada por ellos.
Habría que tener en cuenta las palabras de Jesús, hoy. (Por -Por Marta E. Cánepa-)